Una sencilla intervención de las autoridades del tránsito en Bucaramanga, para proteger el carril exclusivo de Metrolínea, terminó en tragedia, cuando el joven motociclista Daniel Felipe Ibáñez, burlaba la vigilancia de los agentes que controlaban el paso de vehículos en zona congestionada y neurálgica de la autopista a Floridablanca. Los hechos ocurrieron a muy tempranas horas de la mañana de ayer, cuando el personal uniformado del tránsito de Bucaramanga vigilaba el movimiento de vehículos.
El joven Ibáñez eludió el retén y quiso sobrepasar el puesto de vigilancia, con tan mala fortuna, que terminó golpeado por uno de los separadores de este corredor vial. De inmediato, muchos motociclistas golpearon a los guardias de circulación y muchos otros se trasladaron al centro de Bucaramanga, donde prendieron llantas y fogatas, además de apedrear el Palacio de la alcaldía Metropolitana, ubicado frente a la plaza que lleva el nombre del héroe de la independencia nacional’ Custodio García Rovira.
En videos de redes sociales quedó registrado el momento en el cual un agente de tránsito habría provocado que el joven perdiera el control de su motocicleta, tras intentar retenerlo. La muerte del joven Ibáñez desencadenó un caos en Bucaramanga donde decenas de motociclistas protagonizaron una serie de actos vandálicos que alteraron el orden público durante varias horas. Con el paso de las horas la situación de orden público en Bucaramanga se agravó y se sumaron violentas protestas en varios puntos de la ciudad, además de la explosión de un artefacto en la estación de Policía de La Virgen, al norte de la capital de Santander.
El alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, se vio obligado a intervenir para disuadir a la multitud de usuarios de las motocicletas, que bloquearon la ciudad por los cuatro puntos cardinales, con graves efectos para el tránsito automotor. El mandatario municipal puso a disposición de la ciudadanía una recompensa de cincuenta millones de pesos para quienes contribuyan a identificar a los promotores de actos vandálicos que causaron enormes daños en las vías de acceso a Bucaramanga.
Sobre esta situación, el coronel Juan Andrés Guzmán González, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, dijo que siendo aproximadamente las 2:30 de la tarde se presentó una explosión en la estación de Policía del Norte, donde fue activado un artefacto explosivo que genera una afectación inicialmente a seis policías. El sistema de transporte Metrolínea suspendió su operación en la ciudad por la compleja situación de orden público, mientras se le brindaba protección al personal de guardia, que era atacado por la turbamulta.






